Congestión nasal durante el embarazo

Es muy común que se tenga congestión nasal durante el embarazo o que tengas un exceso de secreción nasal, aunque no estés resfriada ni sufras de alergias. Esta afección incluso tiene nombre: rinitis del embarazo, y se cree que afecta a por lo menos una de cada cinco embarazadas. Además de la congestión nasal, podrías tener comezón en la nariz o estornudar mucho.

Se cree que la congestión nasal ocurre debido al aumento de los niveles de estrógeno y otras hormonas producidas en la placenta, las cuales afectan los tejidos mucosos que recubren el interior de la nariz. Tener la nariz tapada puede ser algo muy molesto e incluso podría interferir en tu sueño nocturno. Si tienes asma, la congestión nasal podría agravar tus síntomas. Normalmente, la congestión nasal desaparece tras el nacimiento del bebé. Mientras tanto, puedes tomar algunas medidas para aliviarla.

La congestión nasal suele presentarse a partir de la cuarta semana de gestación, si bien algunas mujeres la perciben como uno de los primeros signos de embarazo. La congestión nasal no entorpece la respiración durante el parto, y solo en muy pocas ocasiones deriva en hemorragia.

¿Qué puedo hacer para aliviar la nariz tapada?

Los Ginecólogos en Guadalajara te recomiendan algunos de los remedios caseros que se usan para aliviar los síntomas de los resfriados, pueden ayudarte a descongestionar la nariz.

Prueba inhalar vapor, sobre todo antes de irte a dormir:

Llena un recipiente grande con agua caliente.

Ponte una toalla sobre la cabeza, inclínate sobre este recipiente y respira los vapores que suben, como si te estuvieras haciendo una limpieza facial.

Inhala y exhala varias veces.

Esto seguramente te calmará la congestión y lograrás respirar mejor. Otra opción es darte un baño calientito.

También puedes probar las gotas o los aerosoles de solución salina, que puedes comprar en las farmacias sin receta médica. Pídele al farmacéutico que te recomiende el producto adecuado. Si quieres probar un lavado nasal casero, que también funciona muy bien, haz lo siguiente:

Usa medio litro de agua templada, previamente hervida.

Agrégale una cucharadita de sal y una cucharadita de bicarbonato y disuélvelo bien.

Vierte un poco de la solución en la palma de la mano y aspírala en cada lado de la nariz. Repítelo varias veces hasta que mejores.

Prepara una solución nueva cada vez que la uses.

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